Aforística II - Breviario musical

"La música contemporánea" encanta a dos tipos de personas: a quienes la escriben, y a quienes la financian.
A la majestuosidad en Wagner le ayuda una cierta falta de empatía.
A las baladas de Chopin les restas las de Brahms, y te quedan las romanzas sin palabras de Mendelssohn.
Aburrir haciendo música nueva delata lo previsible de tal experimento.
Acelerarse interpretando música es dejar de lado su momento presente.
Al músico le entusiasma eso que se subvenciona.
Albéniz añora España, mientras ese recuerdo le dicta sus improvisaciones de 'Iberia'.
Albéniz logra trascenderse a sí mismo, sin perder su simpatía y ese don comunicativo que, o cautiva, o embruja.
Antes de que un estudiante de piano aprenda cómo amortiguar cada uno de sus ataques, se le demanda economía de medios.
Antes, algunas personas repartían estampitas. Ahora, son los músicos quienes reparten sus discos.
Aprender composición musical en la clase de alguien es como aprender estilo literario de un escritor vivo.
Aprender música es a aprender informática como interpretar partituras es a ejecutar programas.
Aquella música muy sensorial es que es poco temática.
Aquello de la música que nos gusta, es su porqué.
Aquello que imita la polifonía es el pretexto para realizar sus pronósticos.
Aquello que nos gusta de una música 'interesante' sólo es hablar de ella.
Aquello que nos hace comprender Bach con su música, es a nosotros mismos.
Aquello que tiene de interesante la música de Liszt, lo tiene de siniestro.
Aquellos artistas invitados que dan color a las orquestas clásicas jamás irían a escuchar sus temporadas de abono.
Arvo Pärt concentra, dentro de sí, emociones de toda la historia de la música.
Bach es nuestro punto de encuentro con esa idea compartida de bien.
Beethoven hace de lo expresivo, un ideal magnánimo.
Brahms construye un templo para la esencia de Beethoven. Wagner se apodera de la magia de su esencia.
Brahms es el más gótico de los románticos.
Brahms hace de la maldición un autorretrato lleno de calidez.
Brahms llora ese pasado que le inspira desde que compone sus primeras obras.
Brahms sólo supera su dolor idealizando lo sublime.
Cada música que se pone dentro de un conservatorio adquiere la cualidad de "obra obligada".
Cada pianista famoso restringe su repertorio a eso que tocan sus colegas.
Componer de manera honesta es hacer autorretratos demasiado veraces.
Comprar un disco hoy día es pagar un duro a cambio de cuatro pesetas.
Corroboramos la belleza con cada conmoción que nos provoca.
Cuando Chopin se pone serio, declama.
Cuando el fracaso hace a una música célebre, no haber sido compuesta la hubiese coronado inmortal.
Cuando la música de Bach llora, lo hace por el sufrimiento de todos nosotros.
Cuando los estados de ánimo son la verdad, el equilibrio nos la oculta.
Cuando los primeros temas luchan contra el mundo, los segundos temas luchan contra uno mismo.
Cuando Scriabin suena más apasionado, pronostica su futura inmolación.
Cuando todos seamos artistas, el mérito estará en constituir parte del público.
Cuanto más aporta un compositor a la evolución de la música, menor es su impacto en el público.
Cuanto más blandito toca un pianista, más cansa a sus oyentes.
Cuanto más cerca del renacimiento sitúa sus referencias un compositor, más contemporáneo le parece a sus colegas.
Cuanto más compleja resulta una música, mayor logro es que tenga un final apacible.
Cuanto más escuchamos buena música, más la necesitamos.
Cuanto más fugaz, más eterna nos parece la belleza.
Cuanto más larga es una sinfonía de Bruckner, más cuesta distinguir sus movimientos.
Cuanto más piano suena la música de Brahms, más nos oprime.
Cuanto más sincera es una música, más nos duele escucharla y dejarla de escuchar.
Cuanto más sincero es un compositor, más cruda su verdad.
Debajo de la épica de los estudios de Chopin, subyace la epopeya numérica de su carácter cíclico.
Dejamos de escuchar una música una y otra vez cuando encontramos su sinsentido.
Dentro de cada balada de Chopin, habla nuestro interior.
Detectamos lo bello cuando nos es inevitable rendirnos ante su estela.
Dios se reconcilia consigo mismo en la música de Bach.
Disfrutar con la música de Bruckner impide sufrir con la de cualquier otro compositor.
Dos momentos de igual belleza transmiten su decadencia.
Dos músicos se igualan quitándose mérito.
El absurdo de los conciertos de música clásica está en obligarte a ver tocar, callar mientras, mandar callar, toser y aplaudir.
El aburrimiento de una música es su ausencia de contrastes. y su falta de contrastes es su deficiente construcción.
El alumno de conservatorio es aquel que no tiene para una excursión, sí para partituras, como para un piano (y le sobra para la consola).
El alumno de conservatorio que hoy digita es como el compositor de hace siglos que copiaba música a mano.
El alumno que es músico clásico es a su vez representante comercial de su maestro.
El 'Amor de Poeta' de Schumann desvela el misterio de lo raro hecho bello.
El arte abstracto es la pseudociencia de la belleza.
El arte abstracto significa su indecidibilidad.
El artista encuentra su público, no lo busca.
El artista que huye de lo comercial quiere ser apreciado por eso.
El buen gusto de una música está en la eficacia de sus modales.
El 'castrato' y el niño prodigio comparten su pasión por la música.
El Clave Bien Temperado de Bach logra que, con sonidos, este mundo sea puesto en orden.
El compositor coherente es aquel que persevera en cómo aburre a su público.
El compositor más vanguardista es el que más dice sí a todo.
El compositor que está al día minusvalora eso que siempre constituirá la tradición.
El compromiso de un intérprete de 'la música contemporánea' está en encararse con su público y lisonjear al promotor.
El compromiso del artista con su época le permite ganar aceptación en vida.
El concierto para piano de Scriabin convierte, a los que compuso Chopin, los transforma en dos versiones premonitorias a la espera de Nietzsche.
El copago en "la música contemporánea" está en abonar una entrada para escucharla.
El cromatismo en Mozart son sus efectos especiales.
El disco compacto es a la música lo que la caja de bombones es al cacao.
El efecto colateral de una transcripción de Liszt es poner de relieve los defectos del compositor original.
El equilibrio entre oferta y demanda de arte contemporáneo lo establece el edificio del museo.
El estilo personal son las limitaciones sublimadas de un artista.
El éxito en "la música contemporánea" sólo es importante cuando se ha marginado a otras estéticas.
El futuro de YouTube y Spotify es la radiofórmula.
El futuro del público de conciertos es ser alquilado.
El grupeto en el clasicismo es la reverencia en la corte.
El héroe de la música de Schumann es el amor.
El humor del músico desmonta su vocación.
El idealismo de Brahms son recuerdos que nos pesan.
El intelecto de un compositor le defiende ante aquello que no expresa.
El mal gusto en una música sobrecarga lo sutil.
El mayor logro del minimalismo musical está en suplir lo complejo de los desarrollos románticos por lo interminable de sus repeticiones.
El mejor amigo del compositor es la posteridad.
El mensaje que transmite Sviatoslav Richter contiene su neutralidad interpretando.
El miedo escénico es el precio que exige el perfeccionismo al fluir de la música.
El minimalismo es eso que no se le ocurriría hacer a una máquina.
El mundo de la música clásica está dividido entre quienes dan codazos, y quienes dan palmas.
El músico admira de otro músico su legado post mortem.
El músico admira sólo a quien no le necesita.
El músico admira, sólo a cambio de que le oigan hacerlo.
El músico alcanza su culmen de felicidad en las fotos de estudio.
El músico ama la música en detrimento de sus colegas.
El músico ejercita su autocrítica en detrimento de los demás.
El músico es ese ser que intenta cambiar la técnica de cualquier otro músico.
El músico graba del tirón, como el novelista escribe del tirón.
El músico presume como el científico duda.
El músico se sirve de los demás para servir a la música.
El objetivo de la música de Debussy es la belleza del experimento. El de Ravel, la contundencia del logro.
El oficio de un compositor llega cuando aprende cómo imitar su inspiración de antaño.
El operario es a la chusca como el músico es al bolo.
El pedal de prolongación crea el romanticismo musical. los programas de edición midi crean la música práctica.
El peso, para el pianista decimonónico, es como el éter para el físico decimonónico.
El pianista acompañante es la figura académica de un conservatorio que necesita menos pedagogía.
El pianista que critica los 'likes', agradece los aplausos.
El pianista que interpreta Chopin se busca como público.
El pianista que toca Chopin remarca su coherencia estrenando música comprometida.
El piano es ese instrumento que primero requiere economía de medios, y poco después amortiguar cada nota.
El playback es a la música en directo como el doblaje es a las series en diferido.
El politono del móvil es la nueva banda sonora de las series.
El problema de los contrastes en "la música contemporánea" es que, pese a ellos, no terminas de saber en qué parte de la historia estás.
El progreso en el arte es ese satisfactorio acomodo a los cambios de su sociedad.
El rap y el grafiti son la respuesta realista a la poesía y a la pintura abstractas.
El resurgimiento de la música clásica llegará cuando pierda su interés interpretarla.
El ritmo de una melodía determina el éxito de sus armonías.
El ritmo es la columna vertebral de un organismo que suena. la armonía, su musculatura. la melodía, su piel.
El romanticismo musical hace de la escala cromática su rampa de lanzamiento.
El rubato es al ritmo como la niebla es a un paisaje.
el Scriabin de la primera época trasciende gracias a su idealismo. el Scriabin último desciende al ego.
El segundo concierto para piano de Liszt pide perdón por el primero.
El tamaño de las orquestas sinfónicas tenderá a ser como el de los grupos tributo.
El teatro es a Liszt como el salón a Chopin.
El tercer concierto de Rachmaninoff es una improvisación para piano y un poco de hilo musical.
El trato con los músicos hace imposible que la música mejore nuestra civilización.
Emocionarnos con una música conlleva dejarnos elevar o abatir nuestro ánimo.
En la música clásica hay más genios que público asistente.
En la música de Chopin sólo caben él y su poética.
En Mozart las cosas están a punto de ocurrir, hasta que han sonado del mejor modo posible.
En Rachmaninoff, los sentimientos actúan como parte de la estructura.
En Schubert hay de verdad lo que hay de renuncia.
Entre la muerte y la doncella de Schubert está la madrastra, nuestra vida.
Entre la muerte y la doncella se sienta Schubert a componer en soledad.
Entre las melodías de Chopin y sus armonías está nuestra nostalgia.
Esa música que nos hace cerrar los ojos nos razona desde las entrañas de su compositor.
Escuchando a Rachmaninoff nos sentimos acogidos en casa.
Escuchar la música de Brahms te aboca a estar solo.
Ese rincón del alma nuestra donde llega Schumann con su música, es ese reducto que no se defiende.
Eso que entendemos de una música es su capacidad para recordarla a cada paso.
Existen dos motivos para que haya compositores olvidados: su falta de calidad al ser hombres; y su falta de masculinidad, al ser mujeres.
Glenn Gould es a la música clásica como las últimas sonatas de Beethoven son al barroco.
Glenn Gould hace sonar el Siglo XX en cada acierto suyo, y este comienzo del XXI en cada descuido.
'Haber estudiado' en piano complementario es traerse la partitura.
Hay algo cómico cuando la música de Liszt se pone seria.
Hay más envidia que rechazo hacia la música interpretada "fuera de estilo".
Ir con los alumnos a un concierto del circuito es como llevar a los estudiantes de ciencias a la ceremonia del premio Nobel.
Keith Jarrett, siendo, logra que nos descubramos al sentir.
La "contemporaneidad" de toda música es esa virtud que crece, en proporción a su grado de desconexión con el público de su época.
La ‘Suite Iberia’ de Albéniz suena empañada de soledad y despedida.
La abstracción de Scriabin adquiere forma de galaxia.
La admiración de un pianista hacia otro se manifiesta diciendo que este "toca".
La belleza abarca más que nuestro momento presente: lo ensancha hasta resultar eterno.
La belleza de la música de Gershwin suena con una cierta contaminación lumínica.
La belleza de una música dibuja la elegancia de una ecuación.
La belleza en Chopin es dolor exhibido.
La belleza en Scriabin es un síntoma de idealismo.
La belleza es aquello que se interpone entre Chopin y su mensaje.
La belleza es esa soledad que contempla otra soledad.
La belleza es esa verificación que damos a sus elementos contrapuestos.
La belleza, cuando duele, nos une.
La calidad de una música implica generarnos apego a su devenir.
La clave para que una repetición funcione está en que surja la magia cuando comienza la segunda vez.
La corrección política en música solo puede ser aburrida.
La culpa de que haya compositores varones olvidados es del machismo de aquellos compositores que sí entraron en el canon.
La definición de vanguardia va siendo actualizada.
La desolación es esa tristeza que sólo se palía escuchando Chopin.
La dramaturgia en las músicas del futuro implicará contratar a todo el público.
La dulzura en Schubert anticipa el drama.
La emoción de Chopin azuza el ego de su intérprete.
La enseñanza de la música consiste en inculcar la exactitud, para luego poder criticar el que los alumnos toquen mecánico.
La evolución de la disonancia en la música académica pasa por su tránsito del pianísimo al fortísimo.
La evolución de la enseñanza del piano comenzó con poner una moneda encima del dorso de la mano, hasta cantar las bondades del peso del hombro.
La fama permite al músico plagiar dando su toque maestro.
La fanfarria de una música le aporta alegría de carácter oficial.
La fantasía para cuatro manos de Schubert condensa, dentro de una escala humana, su propia eternidad.
La fantasía 'Wanderer' de Schubert es el más afortunado intento fallido de aproximarse a Beethoven.
La fuerza de Beethoven se transmuta en el desengaño de Brahms.
La fuerza de la música de Beethoven está en sus chorros de arpegios, razonados por medio de contrapunto.
La fuerza interior de Beethoven son sus ideales expandidos.
La funcionalidad en la música es ese resquicio de aquellas ataduras de la polifonía.
La grafía es a la música como la carta es al menú.
La hamburguesa es a la música como la fotografía de esa hamburguesa es a esa música en acústico.
La historia de la música consta de los grandes del pasado, más cada uno de los que calculan que serán grandes.
La honradez de un compositor se manifiesta según cómo construya sus propios corales.
La humildad en Liszt es ese ingrediente innecesario.
La improvisación ideal es indistinguible de una composición.
La incultura musical es la queja del músico hacia su entorno.
La inspiración de Schumann es idealista. La de Brahms es melancólica.
La Inteligencia Artificial escribirá música pensando en máquinas con sus propios circuitos homólogos.
La inteligencia de una síncopa está en su segunda parte.
La inteligencia musical alcanza su límite al confundir imitaciones con coherencia.
La invención del clave y del piano quitó trabajo a la flauta de pan.
La lealtad en la música clásica es como la valentía en el soldado.
La letra de una canción es una verdad pactada.
La lógica de Mozart acaba dando la razón a la música.
La lógica de una música justifica que la necesitemos.
La lógica en la música nos permite adivinar qué debió haber sonado.
La lógica musical de Schumann salta de reiteración en reiteración.
La lógica musical retrocede como manera de constatar sus avances.
La mala música no nos emociona como para terminarla de escuchar. La buena, nos obliga a regresar a ella una y otra vez.
La maldad en una música está en sus dobles puntillos.
La mayor alegría de un musicólogo es hablar con alguien que sepa música, para decirle todo cuanto es apócrifo.
La mayor enseñanza de la música de Philip Glass está en su transcurso.
La mejor explicación para la consonancia está en intentar silenciarla.
La mejor música de Brahms nos desarma. la mejor música de Wagner nos envalentona.
La mejor música de Liszt debió de inspirarse en su talento para improvisar.
La mejor música de Liszt estalla en sentimientos.
La mejor música de Schumann es dulce y retórica. La mejor de Schubert, cruda y directa.
La melodía acompañada es el arte de trazar la derivada de cada nuevo acorde.
La modernidad de la música de Prokofiev está en su recreación del totalitarismo.
La música académica es una mezcla del género religioso y profano.
La música argumenta modulando.
La música buena engrandece su verdad hasta volverla poesía.
La música clásica consta de un mismo repertorio, perpetuado por medio de idénticas frustraciones.
La música comenzó siendo melodía, luego melodía y acompañamiento; y ahora, sólo acompañamiento.
La música de Albéniz evoluciona desde la descripción hasta la nostalgia,
La música de Bach cuenta con infinitos puntos culminantes durante cada nota.
La música de Bach es un fruto devoto de la ética protestante del trabajo.
La música de Bach está llena de contemplación y escorzo.
La música de Bach nos emociona por una extraña y lógica combinación de humildad y perfeccionismo.
La música de Bach oscila entre la aceptación y el equilibrio.
La música de Brahms avanza en dirección a su pasado.
La música de Brahms esculpe el tiempo que la rodea.
La música de Brahms tarda una vida en apreciarse. la de Chopin, llega y caduca antes de acabar la adolescencia.
la música de César Franck nos sobrecoge pese a sus filtros. La de Bach, gracias a su contrapunto.
La música de Chopin es una cápsula que encierra una píldora de amor.
La música de Fauré es tan bella como estática.
La música de Fauré nos transmite eso que acolcha el confort burgués.
La música de Fauré transcurre con normalidad inspirada.
la música de Keith Jarrett anticipa eternas nostalgias.
La música de Liszt no es ni cálida ni fría, sino que experimenta con las temperaturas.
La música de Morton Feldman se rodea de silencio para llegar a nosotros.
La música de Mozart habla por sí misma. La de Beethoven, exige en nuestro nombre.
La música de Mozart hace distinguir entre simple y sencillo.
La música de Philip Glass abarca desde la inminencia de la catástrofe a la circularidad del presente.
La música de Philip Glass conjuga todas las personas de su futuro continuo.
La música de Philip Glass hace zigzag en dirección a nuestro estómago.
La música de Philip Glass nos trae premoniciones a la memoria.
La música de Philip Glass provoca al ser escuchada que no sepas si pierdes el tiempo, o la noción del tiempo.
la música de Piazzolla lamenta todo el tiempo pasado que echa de menos.
La música de Richard Strauss suena la mitad de su transcurso emergiendo, y la otra mitad, declinando.
La música de Richard Strauss te emociona desde la comodidad. la de Gustav Mahler es dolorosa de sentir.
La música de Schubert bien tocada habla por nosotros sin esfuerzo.
La música de Schubert es como la vida, pero sin parar de nacer.
La música de Schubert suena como lo haría Mozart habiendo conocido a Brahms.
La música de Schumann adorna su relato. La música de Brahms lo expone de modo descarnado.
La música de Wagner nos usa para hipnotizarnos. La de Brahms llora en nuestro hombro.
La música delata a quien se la apropia.
La música describe mejor el contenido de la vida que cada día por sí solo.
La música detiene el tiempo regresando sobre sí misma.
La música dice sonando y refuta repitiendo.
La música en directo está destinada a promocionar nuestra exposición en Internet.
La música es ese pasado que llega.
La música está compuesta de tanta vida como preservó nuestra memoria.
La música explora los confines del presente.
La música filtra ese silencio que suena estallando.
La música gana con sus connotaciones matemáticas como la enología con sus epítetos literarios.
La música mejor de cada época es una renovación de su herencia.
La música narra el destino del tiempo parcelado.
La música necesita lógica, como el lenguaje necesita más de un solo agente.
La música que conduce al aplauso es más transitoria que aquella que conduce al silencio.
La música que nos gusta a cada edad es esa que nos dará vergüenza ajena.
La música que nos hace cerrar los ojos nos llega desde nuestro pasado.
La música quiere parecerse a las matemáticas por si suena mal.
La música significa cada vez que nos empuja a recordar.
La música significa música, como las emociones conllevan significado.
La música va contándonos nuestro presente haciendo que la recordemos.
La música, cuando es buena, nos impacta igual a cada escucha.
La musicología desde el Siglo XX sirve para desmontar la musicología desde el Siglo XIX.
La musicología terminará devorándose a sí misma con su desmentido propio.
La necesidad de una educación musical es equivalente a la de una educación gastronómica.
La nota pedal es ese denominador común que permite comparar cómo evoluciona el resto de variables.
La novedad de un musicólogo concierne a otro musicólogo.
la 'Oda a la alegría' de Beethoven atesora el mérito de sonar como habiendo sido escrita por la humanidad en conjunto.
la 'Ofrenda musical' de Bach recurre a saltos para sortear tantos cromatismos.
La pachanga necesita del garrafón como la música clásica necesita de los caramelos.
La perfección en Bach es encontrar su destino.
La poesía de Chopin está en sus arpegios. La heroicidad, en sus acordes.
La poética de las baladas de Brahms transcurre entre el llanto y la opresión.
La polifonía mutó porque no se seguía su letra. la vanguardia desaparecerá porque no se sigue su música.
la polonesa-fantasía de Chopin narra para el propio autor una despedida del mundo, de la patria y de la música.
la polonesa-fantasía de Chopin recuerda mientras conquista su discurso.
La preocupación del pianista por el sonido duro está circunscrita a sus colegas.
La profundidad de la música de Liszt le hace más fácil ganarse el cielo.
La profundidad de un compositor puede medirse por su menor o mayor teatralidad cuando se inspira en la muerte.
la resignación de Haendel es ante sus coetáneos. la de Bach es ante Dios.
La retórica de Schumann surge del amor. La poética de Schubert anticipa la muerte.
La sabiduría en la música de Schubert suena despidiéndose del mundo.
La sonata de Liszt es a la vez diabólica y beatífica.
La sonata de Liszt es tan apoteósica que hasta cuenta con varios finales que van sucediéndose.
La sonata de Liszt interpretada por Krystian Zimerman es una manifestación exacta de su idea.
La 'Suite Española' de Albéniz nace de una inspiración colonial, mientras la 'Suite Iberia' terminará sublimando el exilio de su autor.
La técnica es al pianista como la pronunciación es al poeta.
La tensión de la música de Bach es la que necesitan los satélites para ponerse en órbita.
La tristeza de Schubert es esa energía que necesita su música.
La tristeza en Schubert es desoladora porque no es teatral.
La tristeza es el estado natural de la música que transcurre despacio.
La tristeza y la alegría, en la música de Schubert, proceden de la vida misma más que de las personas.
La última sonata para piano de Schubert conoce mejor el más allá que quien la escribe.
La verdad de la belleza llega conforme la perdemos.
La verdad de la estética está en su impresión.
La verdad de una música está en su capacidad para secuestrar nuestro día a día.
La verdad en Schubert está en sus ritmos bailables, cuando acompañan melodías fatalistas sobre sucesiones armónicas trascendentales.
La vitalidad de Bach está en lo escueto de sus células musicales, y en lo prolijo de cómo las combina.
La vitalidad en la música de Bach nos hace amar el mundo.
Lanzar discos compactos sólo es más práctico que producir cassettes.
Las baladas de Brahms hacen alusión a su postrera y desengañada vejez.
Las baladas de Brahms reflejan a Brahms. Las de Chopin, a quien las interpreta.
Las baladas de Chopin son poemas. Las baladas de Brahms son puñales.
Las canciones de Richard Strauss son esa lupa que concentra el reflejo del sol de invierno, la infancia y la nieve.
Las cuatro sinfonías de Brahms equivalen en trazo a las cuatro estaciones de Vivaldi.
Las intenciones del compositor son importantes con la música de autores fallecidos.
Las mejores obras de Schubert están compuestas para un público por nacer.
Las modulaciones en Schubert son delirios cromáticos.
Las notas que le sobran a Debussy le faltan a manera de transiciones.
Las octavas son al pianista como los abdominales al deportista.
Las polémicas en torno a las canciones de eurovisión son como las que pueden originar entre sí Burger King y McDonald's.
Las sonatas de Schubert prefieren cantar antes que oponer un tema a otro.
Las últimas sonatas para piano de Schubert se asoman a la verdad por su lado más compasivo.
El porqué de las 'Variaciones Diabelli' de Beethoven es un caso de comparación entre peras y manzanas.
Las Variaciones Goldberg de Bach ensanchan el abismo entre todo y nada.
Liszt experimenta con la música, para que suene a él mismo.
Lo épico en una música es el sacrificio de nuestra vida sonando.
Lo insano de la música de Scriabin llega cuando pierde sus referencias, excepto su ego.
Lo malo de tener que ir a un concierto es abandonar Spotify o YouTube.
Lo más desgarrador en Schubert llega cuando no tendría que pasar nada.
Lo más difícil de interpretar una música es estar receptivo a sus emociones para después soportarlas frente a un público.
Lo mejor de César Franck llega cuando se libera del cromatismo.
Lo mejor del músico acaba de salir a la venta.
Lo peor de la música sin tonalidad está en su pobreza rítmica.
Lo que tiene de vulgar la música de Liszt abarca desde las octavas del piano al tintineo del triángulo.
Lo siniestro en la música de Prokofiev recorre el rango dinámico del pianissimo al piano.
Lo tétrico en Chopin alude a su musa fantasmagórica.
Lo único que sobra de las últimas piezas de Brahms es el haberles puesto título.
Los acompañamientos en la música de Schumann llaman más la atención que sus melodías.
Los artistas que pintan con la mano y con el pie nos demuestran el desafío que requiere la abstracción.
Los compositores del pasado son tan avanzados como anticuados son los compositores modernos.
Los compositores olvidados lo son por elitismo.
Los conciertos para piano de Mozart son muchos porque albergan el germen de aquellos que llegarán.
Los concursos de música que mezclan instrumentos acaban compensando convocatorias.
Los concursos de música son capaces de convertir la perfección en un defecto.
los conflictos dentro de la música de Schumann son contradicciones. Dentro de la música de Wagner, laten como dilemas épicos.
Los enemigos del músico aman la música.
Los entendidos en música experimental esperan similares logros de cada nuevo intento.
Los estudios de Chopin hacen de la historia, mitología de la música.
Los estudios de Chopin igualan belleza y conquista.
Los 'Estudios sinfónicos' de Schumann resultarían inviables como programa en un conservatorio, por no desempeñarse como estudios ni tener como plantilla más que piano solo.
Los ideales en la música de Beethoven redimen su mal gusto.
Los instrumentos de viento en la música soviética hacen el papel de sirenas de policía.
Los pianistas tienen que elegir entre conservar el mismo público, o innovar en su repertorio.
Los pintores que se ven obligados a pintar con la boca o con el pie unen a la creatividad humana, el mérito propio.
Los pocos alumnos de composición aprenden quiénes son sus muchos enemigos.
Los roles solistas del concierto para dos violines de Bach están divididos entre ese que hace el invitado importante, y quien le busca el bolo.
Los románticos declaman eso que Mozart susurra.
Los trémolos que sobran en la música de Liszt son los agudos que chirrían en la de Chopin.
Los últimos adagios de Schubert dictan el más allá.
Los últimos descubrimientos de la musicología consistirán en desmitificarse a ella misma.
Mark Knopfler logra que la raíz popular se encamine hacia lo épico.
Más allá de la mala música suena Berlioz.
Mientras la vanguardia progresa, las pasiones humanas permanecen.
Nadie más que Chopin sería capaz de concluir mejor sus propias obras.
Nadie piensa en viajes en el tiempo cuando escucha grabaciones registradas antes de nacer.
Necesitamos aquella música que nos completa.
Nuestra constatación de la belleza es lo más cercano a la verificación de una identidad en matemáticas.
Nuestros gustos musicales acompañan aquello que nos seduce de la vida.
O Mozart es un milagro, o el mundo está embrujado.
O una música contiene reiteraciones, o pierde la capacidad para engancharnos.
O una obra de arte vale su esfuerzo, su inteligencia, o cuesta demasiado.
Para distinguir el estilo de dos compositores de "la música contemporánea", hay que ir a su cuota de conciertos en diferentes días.
Para que un músico pase a elogiar, solo hay que contratarle.
Para que una música llegue al público, primero debe hacer sentir a su intérprete que fue compuesta para él.
Para seguir un juego, hay que conocer las reglas. Para seguir una música, hay que concebirla como un juego.
Para ser ingeniero es necesario una titulación homologada. Para ser músico, sólo estar en posesión de un instrumento musical.
Para todo creador, basura es eso que vende más que él.
Por donde quiera que vayas, hay un pianista dando conciertos "por todo el mundo".
Por muy triste que resulte la música de Liszt, está esperando el aplauso.
Primero hay que enseñar a leer partituras, y después a interpretar de memoria.
Quedar bien en música equivale a sonar bonito.
Quien antes hablaba de Britney Spears, ahora lo hace de Taylor Swift.
Quien huye del público, acaba encontrando la posteridad.
Quien provoca que una música suene mal, domina mejor la historia de la música que la historia de la comunicación.
Rachmaninoff añora, como sistema para descubrirse.
Rachmaninoff explica todo, por eso no nos sobresalta.
Rachmaninoff habla desde dentro de sí. Scriabin, desde fuera de la realidad.
Ravel tocado a tempo más lento despliega un baile hipnótico.
Rendirse ante la belleza es descansar del ego.
Richard Strauss hace de la sociedad alemana, un ente mitológico.
Schubert compone más obras maestras conforme más le aguarda su destino.
Schubert consigue tener mejores maneras cuando más terrible resulta su mensaje.
Schubert es el compositor romántico que menos se jacta de sufrir.
Schubert logra su trascendencia sin querer eso.
Schubert nos sacude con sus modulaciones porque nos tranquiliza con sus melodías.
Schubert tiene de verdad lo que Brahms de desengaño.
Schumann repite sus motivos como forma de persuadir.
Scriabin comienza seduciéndonos con interválicas curvas y martilleándonos con puntillos, para acabar en soledad escuchando a su dios interior.
Scriabin compone como apropiación del narcisismo de Wagner.
Scriabin es como Chopin, pero anhelando la redención.
Scriabin hace de la belleza el arranque de su cosmovisión.
Scriabin escribe la música de un Gaudí teósofo.
Scriabin rinde culto a la belleza, hasta que opta por rendir culto a sí mismo.
Seguir el ritmo en música es fusionarte con los otros.
Sólo el compositor vanguardista conoce qué demanda hoy su programador y qué será del agrado del público en trescientos años.
Solo es bello cuanto ennoblece nuestra memoria.
Sólo un grupillo es capaz de hacer un discazo.
Somos el papel pautado de aquella música que vamos escuchando.
Tchaikovsky suena en sus peores momentos a Offenbach. En sus mejores, a sí mismo.
Tocar Bach a un tempo reposado lo hace inteligible, y más inteligente.
Toda belleza que es cultural está destinada a volverse histórica.
Toda la ergonomía y técnica depurada que un pianista clásico quiere para sus colegas se las permite transgredir al pianista de jazz.
Toda música es un cronómetro que despieza nuestra vida.
Toda música necesita de un público que la aborrezca, pero que sepa definir por qué.
Todo aquello que quiere ser creativo, acaba cansando por exceso de libertad.
Todo arte que haya que explicar, será malentendido.
Todo arte que pugna en un concurso se convierte en industria.
Todo artista es huérfano de aquel público destinado a no comprenderle.
Un arpegio es la manera poética de decir un acorde.
Un concierto de música clásica convierte la cuarta pared en el cuarto muro de Berlín.
Un concierto para violín y orquesta es como una granizada de cubitos de hielo.
Un crescendo en música es un grito idealizado.
Un disco es como ese papel de envolver un bono de Spotify.
Un 'hit' es esa canción que se repite para que la echemos de menos.
Un músico llega a consagrarse cuando se le permite todo grado de diletantismo.
Un pianista ensayando despierta más emoción que mientras da su concierto.
Un revolucionario en música consigue hacer de sus carencias, cualidades ineludibles.
Una buena música del pasado es esa que decimos que se adelanta a una posible buena música del presente.
Una conversación entre músicos trata de dilucidar quién está más cerca de los grandes del pasado.
Una fuga dentro de una sonata es esa dimensión que hace a la música de Beethoven, sobrenatural.
Una música alegre describe una circunstancia. una música triste nos describe a solas.
Una música inspirada nace siempre del idealismo truncado.
Una música nos parece mala cuando debió haber acabado antes.
Una música puede ser interesante si comienza siéndolo.
Una música que dice la verdad sobre sí misma, dice la verdad sobre nosotros sus oyentes.
Una progresión descendente termina al final de cada pieza de Rachmaninoff.
Una puesta en común entre varios artistas es un diálogo de sordos con mucho ego.
Una rueda de acordes es la manera más original de manifestar en música el día a día.
Wagner crea exaltados con su música. Schumann sólo genera gratitud.
Wagner es incendiario hasta cuando nos subyuga recurriendo a su persuasión.
Wagner sublima la lucha por el poder, hasta convertirla en sacramento.
Estos aforismos obtuvieron la calificación jurídica favorable, como copyright perteneciente a su autor (Guillermo Alonso Iriarte), y en calidad de atribución exclusiva.